Araucarias (2008).
Grabado, técnica mixta.
Catalina Rojas (1971).
Colección privada.
Todo el invierno, toda la batalla,
todos los nidos del mojado hierro,
en tu firmeza atravesada de aire,
en tu ciudad silvestre se levantan.
todos los nidos del mojado hierro,
en tu firmeza atravesada de aire,
en tu ciudad silvestre se levantan.
La cárcel renegada de las piedras,
los hilos sumergidos de la espina,
hacen de tu alambrada cabellera
un pabellón de sombras minerales.
los hilos sumergidos de la espina,
hacen de tu alambrada cabellera
un pabellón de sombras minerales.
Llanto erizado, eternidad del agua,
monte de escamas, rayo de herraduras,
tu atormentada casa se construye
con pétalos de pura geología.
monte de escamas, rayo de herraduras,
tu atormentada casa se construye
con pétalos de pura geología.
El alto invierno besa tu armadura
y te cubre de labios destruidos:
la primavera de violento aroma
rompe su sed en tu implacable estatua:
y el grave otoño espera inútilmente
derramar oro en tu estatura verde.
y te cubre de labios destruidos:
la primavera de violento aroma
rompe su sed en tu implacable estatua:
y el grave otoño espera inútilmente
derramar oro en tu estatura verde.
de Canto General de Chile, Canto General, 1950.
Pablo Neruda (Chile, 1904 – 1973).
1971
Cuando hice clases en Cunco, un estudiante mapuche que ahora reside en Bélgica me invitó a cosechar piñones a un bosque de Araucarias a los pies del Llaima. Con este poema volvieron los recuerdos de aquel día.
ResponderEliminarQué bueno que la poesía te haya traído ese lindo recuerdo, Víctor. Esa es una poderosa propiedad de la poesía; es evocadora. ¡Muchas gracias por visitar el blog, leer y comentar!
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