Pintura y poesía

Pintura y poesía

martes, 31 de diciembre de 2019

Javier Heraud. Recuento del Año.

Rosi Schwartzman (Perú, 1947).
Óleo sobre lienzo.
Hombre pintando el piso (1996).
Colección privada.

Una vez terminado
el año,
procedo a recoger
mis cosas nuevas,
procedo a reclamar
papeles viejos,
hago al compás
de charlas amistosas
el recuento del año,
el recuento de mis
365 días pasados:
todo se fue
rápidamente,
no hubo tiempo
para la cosecha,
ni  para
sembrar el trigo
en los maizales.
Los días volaron
raudamente,
estuve sentado,
leyendo,
o alguna vez
escribiendo
hasta la noche.
No tuve miedo
de la muerte,
no pude sembrar
el amor como
quería,
recogí algunas
frutas caídas
y supuse que
al final moriría
alguna tarde
entre pájaros
y  árboles.
No estoy muerto.
sin embargo,
entre tarde y tarde
cuando vibran
los soplos
del silencio,
abro mi corazón
al conjuro
del viento
y la palabra,
y construyo
casas,
tierras,
mares,
nuevos albores,
nuevas tristezas,
y callo al final
      (como siempre
      recordando y
      recordando).


de El viaje, 1961.

Javier Heraud (Perú, 1942-1963). 

lunes, 30 de diciembre de 2019

Cui Hao o Ts'ui Hao (崔颢). El Pabellón de la Grulla Amarilla (黄鹤楼).

La torre de la grulla amarilla
Xia Yong (夏永) Dinastía Yuan (1271 a 1368).
Museo Provincial de Yunnan, Kunming, República Popular China.

昔人已乘黄鹤去,此地空余黄鹤楼。
鹤一去不复返,白云千载空悠悠。
晴川历历汉阳树,芳草萋萋鹦鹉洲。
日暮乡关何处是? 烟波江上使人愁
Hace mucho tiempo uno se fue montando a la grulla amarilla, todo lo que quedó es la Torre de la Grulla Amarilla.
Cuando la grulla amarilla se vaya nunca volverá, por mil años las nubes vagaban despreocupadamente.
El río claro refleja cada árbol de Hanyang, las hierbas aromáticas crecen exuberantes en la Isla del Loro.​
Al ponerse el sol, ¿qué dirección lleva a mi ciudad natal? Uno no podía evitar la sensación de melancolía en el río brumoso.

Fuente: wikipedia.org

El hombre en la antigüedad, ya ha montado, se va en la Grulla Amarilla.
En esta tierra queda vacío, el Pabellón de la Grulla Amarilla.
La Grulla Amarilla una vez ida, nunca más volverá.
Nubes blancas por mil años, lejano, lejano el vacío.
En el río soleado, nítidos, nítidos, los árboles Han-yang.
Hierbas fragantes, lujosas, lujosas, en la Isla de los Loros.
El Sol tardío se pone, ¿dónde está mi hogar?
Las olas neblinosas sobre el río, traen pena al hombre.

Traducción: Roberto Curto

Cui Hao o Ts'ui Hao - (Chinadinastía Tang, 704? – 754).

domingo, 29 de diciembre de 2019

Charles Baudelaire. L’ennemi (El enemigo). Traducciones de Pablo Neruda y Antonio Martínez Sarrión.

Retrato de Charles Baudelaire (1863).
Étienne Carjat (Francia, 1828 – 1906).
Biblioteca Británica, Londres, Reino Unido.

Ma jeunesse ne fut qu’un ténébreux orage,
Traversé çà et là par de brillants soleils ;
Le tonnerre et la pluie ont fait un tel ravage,
Qu’il reste en mon jardin bien peu de fruits vermeils.

Voilà que j’ai touché l’automne des idées,
Et qu’il faut employer la pelle et les râteaux
Pour rassembler à neuf les terres inondées,
Où l’eau creuse des trous grands comme des tombeaux.

Et qui sait si les fleurs nouvelles que je rêve
Trouveront dans ce sol lavé comme une grève
Le mystique aliment qui ferait leur vigueur ?

— Ô douleur ! ô douleur ! Le Temps mange la vie,
Et l’obscur Ennemi qui nous ronge le cœur
Du sang que nous perdons croît et se fortifie !



Mi juventud no fue sino oscura tormenta
que rara vez el Sol cortó con luz brillante,
trueno y lluvia ejercieron tan repetida afrenta
que en mi jardín no existen los frutos incitantes.

Yo que toqué el otoño del pensamiento azadas
tendré que usar, rastrillos y palas poderosas,
para juntar de nuevo las tierras inundadas
donde los agujeros son grandes como fosas.

Quién sabe si las nuevas flores que yo he soñado
encontrarán en este territorio lavado
el místico alimento que las vaya elevando!

Oh dolor de dolor! Corre el tiempo, la vida,
y el oscuro enemigo que nos va desangrando
crece y se fortifica con la sangre perdida!

Traducción: Pablo Neruda.


Mi juventud no fue sino un gran temporal
Atravesado, a rachas, por soles cegadores;
Hicieron tal destrozo los vientos y aguaceros
Que apenas, en mi huerto, queda un fruto en sazón.

He alcanzado el otoño total del pensamiento,
y es necesario ahora usar pala y rastrillo
Para poner a flote las anegadas tierras
Donde se abrieron huecos, inmensos como tumbas.

¿Quién sabe si los nuevos brotes en los que sueño,
Hallarán en mi suelo, yermo como una playa,
El místico alimento que les daría vigor?

-¡Oh dolor! ¡Oh dolor! Devora vida el Tiempo,
Y el oscuro enemigo que nos roe el corazón,
Crece y se fortifica con nuestra propia sangre.


de Las flores del mal (1861).

Charles Baudelaire (Francia, 1821 - 1867).

sábado, 28 de diciembre de 2019

José Martí. No me quites las canas.



¡Feliz cumpleaños, Loreto!

Deborah (2018/19).
Aleah Chapin (Estados Unidos, 1986).
Óleo sobre panel.

No me quites las canas
que son mi nobleza:
Cada cana es la huella de un rayo
que pasó, sin doblar mi cabeza.

Dame un beso en las canas, mi niña:
¡Que son mi nobleza!

José Martí (Cuba, 1853 – 1895).

viernes, 27 de diciembre de 2019

Maya Angelou. Still I rise (Aún así, me levanto).

Maggie (1940).
Óleo sobre lienzo
Edmund Minor Archer (Estados Unidos, 1904 – 1986).
Museo de Bellas Artes de Virginia, Richmond, Virginia, Estados Unidos.

You may write me down in history
With your bitter, twisted lies,
You may tread me in the very dirt
But still, like dust, I'll rise.

Does my sassiness upset you?
Why are you beset with gloom?
'Cause I walk like I've got oil wells
Pumping in my living room.

Just like moons and like suns,
With the certainty of tides,
Just like hopes springing high,
Still I'll rise.

Did you want to see me broken?
Bowed head and lowered eyes?
Shoulders falling down like teardrops.
Weakened by my soulful cries.

Does my haughtiness offend you?
Don't you take it awful hard
'Cause I laugh like I've got gold mines
Diggin' in my own back yard.

You may shoot me with your words,
You may cut me with your eyes,
You may kill me with your hatefulness,
But still, like air, I'll rise.

Does my sexiness upset you?
Does it come as a surprise
That I dance like I've got diamonds
At the meeting of my thighs?

Out of the huts of history's shame
I rise
Up from a past that's rooted in pain
I rise
I'm a black ocean, leaping and wide,
Welling and swelling I bear in the tide.
Leaving behind nights of terror and fear
I rise
Into a daybreak that's wondrously clear
I rise
Bringing the gifts that my ancestors gave,
I am the dream and the hope of the slave.
I rise
I rise
I rise.


Tú puedes escribirme en la historia
con tus amargas, torcidas mentiras,
puedes arrojarme al fango
y aún así, como el polvo… yo me levanto.

¿Mi descaro te molesta?
¿Por qué estás ahí quieto, apesadumbrado?
Porque camino como si fuera dueña de pozos petroleros,
bombeando en la sala de mi casa.

Como lunas y como soles,
con la certeza de las mareas,
como las esperanzas brincando alto.
Así, yo me levanto.

¿Me quieres ver destrozada?
Con la cabeza agachada y los ojos bajos,
los hombros caídos como lágrimas,
debilitados por mi llanto desconsolado.

¿Mi arrogancia te ofende?
No te tomes tan a pecho
que yo ría como si tuviera minas de oro,
excavándose en el mismo patio de mi casa.

Puedes dispararme con tus palabras,
puedes herirme con tus ojos,
puedes matarme con tu odio,
y aún así, como el aire, yo me levanto.

¿Mi sensualidad te molesta?
¿Surge como una sorpresa
que yo baile como si tuviera diamantes
ahí, donde se encuentran mis muslos?

De las barracas de la vergüenza de la historia,
yo me levanto.
Desde el pasado enraizado en dolor,
yo me levanto.
Soy un océano negro, amplio e inquieto,
manando,
me extiendo, sobre la marea,
dejando atrás noches de temor, de terror.
Me levanto,
a un amanecer maravillosamente claro,
me levanto,
brindado los regalos, legados por mis ancestros.
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Me levanto.
Me levanto.
Me levanto.


Maya Angelou, Marguerite Annie Johnson, (Estados Unidos, 1928 – 2014).

Maya Agelou recita su poema Still I rise (subtitulado en castellano).

La tenista estadounidense Serena Williams lee el poema Still I rise 
al vencer en el campeonato de Wimbledon en 2016.

jueves, 26 de diciembre de 2019

Muriel Rukeyser. Effort at Speech Between Two People (Esfuerzo para entablar un diálogo).


Mujer de ojos tristes
Óleo sobre lienzo
Mónica Fernández Berlanga (México, 1978).

 :  Speak to me.          Take my hand.            What are you now?
   I will tell you all.          I will conceal nothing.
   When I was three, a little child read a story about a rabbit
   who died, in the story, and I crawled under a chair    :
   a pink rabbit    :    it was my birthday, and a candle
   burnt a sore spot on my finger, and I was told to be happy.

:  Oh, grow to know me.        I am not happy.        I will be open:
   Now I am thinking of white sails against a sky like music,
   like glad horns blowing, and birds tilting, and an arm about me.
   There was one I loved, who wanted to live, sailing.

:  Speak to me.        Take my hand.        What are you now?
   When I was nine, I was fruitily sentimental,
   fluid    :    and my widowed aunt played Chopin,
   and I bent my head on the painted woodwork, and wept.
   I want now to be close to you.        I would
   link the minutes of my days close, somehow, to your days.

:  I am not happy.          I will be open.
   I have liked lamps in evening corners, and quiet poems.
   There has been fear in my life.          Sometimes I speculate
   On what a tragedy his life was, really.

:  Take my hand.          Fist my mind in your hand.          What are you now?
   When I was fourteen, I had dreams of suicide,
and I stood at a steep window, at sunset, hoping toward death   :
   if the light had not melted clouds and plains to beauty,
   if light had not transformed that day, I would have leapt.
   I am unhappy.          I am lonely.          Speak to me.

:  I will be open.          I think he never loved me:
   He loved the bright beaches, the little lips of foam
   that ride small waves, he loved the veer of gulls:
   he said with a gay mouth: I love you.          Grow to know me.

:  What are you now?          If we could touch one another,
   if these our separate entities could come to grips,
   clenched like a Chinese puzzle . . . yesterday
   I stood in a crowded street that was live with people,
   and no one spoke a word, and the morning shone.
   Everyone silent, moving. . . . Take my hand.          Speak to me.



Habla. Tómame de la mano. ¿Qué eres tú ahora?
Te diré todo. No ocultaré nada.
Cuando yo tenía tres años, un niñito leyó la historia de un conejo
que moría, en la historia, y yo me oculté debajo de una silla;
un conejo rosado: era mi cumpleaños, y la llama de una vela
me quemó dolorosamente en un dedo, y me dijeron que fuera feliz.

Oh, trata de conocerme. No soy feliz. Seré sincera:
ahora pienso en velas blancas contra un cielo como música,
como alegres cuernos de caza, y pájaros levantando vuelo, y un brazo rodeándome.
Hubo alguien a quien amé, que quería vivir, navegando.

Habla. Tómame de la mano. ¿Qué eres tú ahora?
A los nueve años fui gozosamente sentimental,
fluída: y mi tía viuda tocaba Chopin,
y yo inclinaba mi cabeza sobre la madera trabajada y pintada, y lloraba.
Ahora quiero estar a tu lado. Me gustaría
unir de algún modo los minutos de mis días con tus días.

No soy feliz. Seré sincera.
He amado los focos de las esquinas del atardecer, y calmos poemas.
Ha habido temor en mi vida. Algunas veces medito
sobre qué tragedia fue mi vida, realmente.

Tómame de la mano. Aprieta mi mente en el puño de tu mano. ¿Qué eres tú ahora?
A los catorce años tenía sueños suicidas,
y me estaba junto a una alta ventana, al atardecer, esperando la muerte:
si la luz no hubiera disuelto nubes y llanuras en belleza,
si la luz no hubiese transformado ese día, hubiese dado el salto.
Soy desdichada. Estoy sola. Háblame.

Seré sincera. Creo que él nunca me amó:
amaba las playas luminosas, los labios de espuma
sobre las pequeñas olas, amaba el vuelo de las gaviotas.
Alegremente decía: Te amo. Trata de conocerme.

¿Qué eres tú ahora? Si pudiéramos tocarnos,
si estas nuestras separadas entidades pudieran estrecharse,
compenetrarse como las piezas de un rompecabezas chino... ayer
me encontré en una calle atestada, viva de gente,
y nadie decía una palabra, y la mañana brillaba.
Todos, en silencio, en movimiento... Tómame de la mano. Háblame.

Traducción: Alberto Girri

Muriel Rukeyser (Estados Unidos, 1913 – 1980).