Pintura y poesía

Pintura y poesía

jueves, 23 de enero de 2020

Andrés Trapiello. Las manzanas.


Vasija de prímulas y manzanas sobre una mesa.
Óleo sobre lienzo.
Paul Cézanne (Francia, 1839 - 1906).
Museo Metropolitano de Artes (Met), Nueva York, Estados Unidos.

Recuerdo aquellas tardes de Septiembre doradas.
Recuerdo venir mansos al establo los bueyes
pacientes y paganos, las tardes ya pasadas
y el provincial sosiego de desgastadas leyes.

Un pueblo de León. Viejos adobes. Lento
trajín de un tren correo que perdía sus toses
entre temblones álamos y un humo ceniciento
al tiempo que en mi mano morían los adioses.

Recuerdo aquella casa, la sala tenebrosa
con balcones que daban a la plaza y el ruido
del reloj, los retratos y una estampa piadosa,
un hurón disecado y el velador dormido.

Y en el corral, las cajas. Las manzanas reinetas
que tenían debajo hojas de cantorales
góticos, arrancadas vísperas y completas
de miniados añiles en letras capitales.

Y los blancos salterios y libros heredados
de un tío cura muerto, ahora eran sudario
para aquellas manzanas de virgilianos prados,
huertos y pomaradas al pie de un santuario.

Manzanas de Septiembre, aromadas manzanas.
Recuerdo aquellas tardes otoñales y mías
como una salve antigua, tristes y gregorianas.
Aquel sentir lejano que llegarían días

en que yo recordase, desvanecido el mundo:
la flor de los vestidos, las hojas en las ramas
y el chillar de los cuervos serían el profundo
y silencioso abismo de aquellos pentagramas.

Cómo seré yo entonces, recuerdo que pensaba
en las doradas tardes, sin suponer siquiera
que en aquellas manzanas tan ásperas estaba
escondido el entonces, el será, el es y el era.

Andrés Trapiello (España, 1953).

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