La higuera
Juan Liceran
Óleo sobre lienzo
España
Estuvo largo tiempo en el
ajeno huerto, y sólo pensaba
en subir a escondidas a la
higuera desnuda, para mirar
desde lo alto al mundo,
como si fuera una hoja
o un pájaro; pero siempre
pasaba alguien
y siempre lo dejaba para
luego.
Una tarde,
miró en derredor suyo -
todo desierto -, trepó
a la rama más alta;
entonces se oyeron
voces de entre las matas:
"¿Qué haces, allí arriba?"
- grandes voces -, y
contestó: "Un higo,
quedaba un higo". La
rama se quebró.
Lo levantaron. Tenía la
mano derecha agarrotada.
Cuando abrieron sus dedos,
no había nada dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Tu comentario será leído y publicado pronto.