Ocaso
Tarde en sinfonía violeta
Evaristo Guerra Zamora (Vélez-Málaga, España, 1942)
Óleo sobre lino
Allí, a lo lejos,
donde tiemblan los maizales
y el pueblo está dormido,
donde invernan
los erizos románticos, tu fe
sigue sentada contemplando el humo.
Igual que un monte
herido por la noche,
aún te sostienes firme en el camino;
te acarician murmullos,
risas, sueños,
que, ayer, tuviste
y ahora, al fin, reencuentras.
Todo aquel tiempo
está en tu corazón,
iluminado por un sol de fresa.
Delante de tus ojos,
van pasando
los días lejanos hacia un bello crepúsculo.
donde tiemblan los maizales
y el pueblo está dormido,
donde invernan
los erizos románticos, tu fe
sigue sentada contemplando el humo.
Igual que un monte
herido por la noche,
aún te sostienes firme en el camino;
te acarician murmullos,
risas, sueños,
que, ayer, tuviste
y ahora, al fin, reencuentras.
Todo aquel tiempo
está en tu corazón,
iluminado por un sol de fresa.
Delante de tus ojos,
van pasando
los días lejanos hacia un bello crepúsculo.
Alejandro López Andrada (España, 1957).
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