Hasta las manos
Manuel Augusto P. (@YoManuP)
Lápiz sobre papel
Corrientes, Argentina.
Adictas mías, leales
compañeras,
abejas sabias en jardinerías,
obreras de la luz, escanciadoras
del vino que yo bebo, golondrinas
que desde el barro levantáis el vuelo.
Sé de vuestros disgustos, prisioneras;
cabe dentro de un guante vuestra vida,
os sentís reprimidas, sin arados,
sin sol sobre la piel, sin la delicia
del rocío del alba por los dedos.
abejas sabias en jardinerías,
obreras de la luz, escanciadoras
del vino que yo bebo, golondrinas
que desde el barro levantáis el vuelo.
Sé de vuestros disgustos, prisioneras;
cabe dentro de un guante vuestra vida,
os sentís reprimidas, sin arados,
sin sol sobre la piel, sin la delicia
del rocío del alba por los dedos.
Os sentís secas como los
sarmientos,
Todas llenas de arrugas, rutinarias
entre una estúpida papelería,
autómata sin alma, herramientas
sin sangre, pobres mariposas muertas.
Todas llenas de arrugas, rutinarias
entre una estúpida papelería,
autómata sin alma, herramientas
sin sangre, pobres mariposas muertas.
Cómo alcanzar la miel de
la manzana,
cortar las amapolas escarlatas
o sujetar las crines explosivas;
cómo arañar el cielo con las uñas
o batir palmas en el agua fresca.
cortar las amapolas escarlatas
o sujetar las crines explosivas;
cómo arañar el cielo con las uñas
o batir palmas en el agua fresca.
Ofendidas vivís. Es tan
exiguo
Vuestro universo, pálidas amiga
y tan ancha la tierra que nos llama,
y tan inmensos los trabajos de Hércules
en que nosotros nos empeñaríamos.
Vuestro universo, pálidas amiga
y tan ancha la tierra que nos llama,
y tan inmensos los trabajos de Hércules
en que nosotros nos empeñaríamos.
Juvencio Valle (Chile, 1900 – 1999).
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