Pradera glacial (prados de Tuolumne). 1921.
Maynard Dixon (Estados Unidos, 1875 - 1946)
Óleo sobre lienzo
Museo de arte Crocker, Sacramento, California, Estados Unidos.
En la última glaciación de hace 18.000 años
dicen que un antepasado mío cruzó de Asia a América
caminando sobre el mar congelado.
Cómo serían sus zapatos, qué comería,
qué soñaba sobre el hielo blanco del amanecer;
acaso durmió abrazado a quién;
traería tal vez la estrella polar brillando en sus ojos
mientras conversaba con peces voladores
convertidos en estatuas de sal.
Se daría cuenta cuando salió del mar
al ver los musgos verdes que, desde alguna roca
que se empinaba en medio de la llanura,
saludaban en silencio a los caminantes.
A las aves las envidiaría, como lo hacen
hoy los humanos, porque pueden volar
por sí solas. Y pensaría que la liviandad
de los cuerpos es lo que más se parece
a la perfección infinita de las cosas.
O quizás no alcanzó a llegar adónde el sol
calentaba los cuerpos encogidos de frío;
murió de hambre o de sed o de viejo o de tristeza;
con la mirada les pediría a sus hijos
que sigan adelante y que lo olviden.
O simplemente se perdió, solo,
en la grieta de una noche que duró meses.
Cómo serías, me pregunto: acaso
escribías en la nieve el destino de nadie
y luego cerrabas los ojos para que existiera
algo de realidad
siquiera por un instante.
Sergio Mansilla Torres (Chile,
1958).
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