Tobías y el ángel
Eduardo Rosales Gallinas
Óleo sobre lienzo
Museo del Prado
Phocas el
campesino, hijo mío, que tienes,
en apenas
escasos meses de vida, tantos
dolores
en tus ojos que esperan tantos llantos
por el
fatal pensar que revelan tus sienes...
Tarda en
venir a este dolor a donde vienes,
a este
mundo terrible en duelos y en espantos;
duerme
bajo los Ángeles, sueña bajo los Santos,
que ya
tendrás la Vida para que te envenenes...
Sueña,
hijo mío, todavía, y cuando crezcas,
perdóname
el fatal don de darte la vida
que yo
hubiera querido de azul y rosas frescas;
pues tú
eres la crisálida de mi alma entristecida,
y te he
de ver en medio del triunfo que merezcas
renovando
el fulgor de mi psique abolida.
Rubén Darío (Nicaragua, 1867 – 1916)
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