Dos mujeres corriendo en la playa - La carrera (1922)
Pablo Picasso
Óleo sobre aglomerado
Museo Nacional Picasso, París, Francia.
Esta es mi máscara. Mujer
de esfuerzo y porfía.
Porfiada, testaruda como
tronco de álamo.
Esta es mi máscara, Venus
doméstica, cotidiana
pariendo versos,
limpiando historia, muebles,
sacudiendo estrellas
antes que la noche se prenda.
Esta es mi máscara, perra
que a solas
Corta el cordón umbilical
Donde nacen fantasmas y
pesadillas.
Esta es mi máscara,
hembra simple. Quebrada.
Reconstituida. Ignorada.
Reconstituida. Hecha mierda.
Reconstituida gracias a
estas rodillas que codo a codo
han sabido encontrar
Puerta.
Esta es mi máscara,
partera de pueblo,
Provinciana de talones
partidos
con olor a sauce y ruido
de reguero
torso polvoriento entre matas
de toronjil
y otras hiervas
milenarias.
Esta es mi máscara, mujer
magma. A la antigua usanza.
Habitual escribidora.
Eterna respiradora de noches seráficas.
Carne pálida entreverada
con la memoria
Mujer al fin, cruzando
espejos donde las máscaras
No existen.
No se conocen.
No sirven.
Silvia Rodríguez Bravo (Chile).
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