Pintura y poesía

Pintura y poesía

martes, 20 de octubre de 2015

Francisco de Quevedo. Salmo XVII.

Palacio Real desde la estación del norte
Darío de Regoyos
Óleo sobre cartón
Colección Privada

Miré los muros de la Patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de larga edad y de vejez cansados,
dando obediencia al tiempo en muerte fría.

Salíme al campo y vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados,
porque en sus sombras dio licencia al día.

Entré en mi casa y vi que, de cansada,
se entregaba a los años por despojos.
Hallé mi espada de la misma suerte;


mi vestidura, de servir gastada;
y no hallé cosa en que poner los ojos
donde no viese imagen de mi muerte.

Francisco de Quevedo (España, 1580 – 1645)

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