Dos hombres mirando la Luna
Caspar David Friedrich
Óleo sobre tela
Galería Nacional de Berlín, Alemania.
No desperdicies tu noche
luna
no contagies con tu melancólica mirada
el puño desafiante de mi odio.
luna
no contagies con tu melancólica mirada
el puño desafiante de mi odio.
Retrocede
y llévate contigo los poemas de amor
las miradas
las caricias
los secretos
compartidos a voces y en silencio.
y llévate contigo los poemas de amor
las miradas
las caricias
los secretos
compartidos a voces y en silencio.
Déjame completar el ritual del condenado
y compartir con aquellos
los ausentes
ese futuro que exige con premura
su cuota de presente.
y compartir con aquellos
los ausentes
ese futuro que exige con premura
su cuota de presente.
Déjame ofrecer este último poema
con la cara al sol
y sonriente
para que luego
con el fusil al hombro y el odio en un bolsillo
me apreste a afinar la puntería.
con la cara al sol
y sonriente
para que luego
con el fusil al hombro y el odio en un bolsillo
me apreste a afinar la puntería.
Carlos Enrique Ungo (El Salvador, 1963)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Tu comentario será leído y publicado pronto.