Pintura y poesía

Pintura y poesía

miércoles, 28 de octubre de 2015

Oscar Castro Zúñiga. Remordimiento.

En el balcón
Pedro Lira
Óleo sobre tela
Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile.

Casa de mi compadre Rosendo Montes, 
donde hasta el viento baila de punta y taco
donde el día se pone faja de flores
y se le ve a la luna blanco de refajo.

Casa de mi compadre, donde las hembras
cantan que “la esperanza nunca se pierde”.
Allí ríen los vinos, trina la espuela
y hasta el sauce es un huaso de poncho verde.

Quinta de mi compadre, donde la higuera
tiene una estera fresca sobre los suelos
 y su fronda se ensancha como una  clueca
que empollara canciones y juramentos.

Yo he alojado en la casa de mi compadre
cuando el universo llega  topeando quinchas
y el trueno se derrumba desde los Andes
como un potro que rompe riendas y cinchas.

Y he besado una boca bajo su techo,
boca roja de vinos y de tonadas,
sin saber en la sombra cuál era el pecho
ni cual la carne tibia que se me daba.

Y he partido en el alba como un bandido,
cuando clava el lucero su fría espuela,
con el alma llagada por un cuchillo
implacable y desnudo de la vergüenza.

Casa de mi compadre Rosendo Montes,
no volveré a bajarme frente a tu vara,
porque me acusaron dos ojos de hombre,
y los ojos castaños de mi ahijada.

Oscar Castro Zúñiga (Chile, 1910 – 1947)

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