Graffiti
Clavines, Naty y Hallo
Castro, Chiloé, Chile
La lluvia borrará el pueblo igual como las nubes
borran las estrellas.
Pero detrás del agua todo seguirá igual
como siguen iguales las estrellas
detrás de las oscuras nubes que las cubren:
el carnicero don Ulises, gordo y cojo, en su carnicería,
don Lucho en el correo, siempre con un lápiz en la oreja;
la Sra. Albina, la costurera, con su risa estridente
continuará espantando los fantasmas del mal;
Nancho, el loco, camina en redondo
a grandes zancadas por la plaza.
Continúa la algarabía de los borrachos
en la cantina de don Baldomero
y los ladridos furiosos de los perros de Bauche Ortega
y el rechinar de una carreta lejana en la madrugada.
Y yo sigo en la misma escuela primaria
llena de goteras, con los vidrios rotos, los baños inmundos,
y el auxiliar don Isaías, manco de un brazo, me regala galletas
y dulce de membrillo que envía el gobierno.
Queda en mi boca el sabor apestoso
de la leche de la Alianza para el Progreso.
Seguiré enamorado en silencio de la Doris,
mi compañera de curso.
Cuando sea grande jamás escribiré poemas;
seré un marinero apátrida, sin memoria.
Cuando la lluvia escampe, el arco iris
abrirá sus alas como un inmóvil pájaro de ausencia.
Pero detrás del agua todo seguirá igual
como siguen iguales las estrellas
detrás de las oscuras nubes que las cubren:
el carnicero don Ulises, gordo y cojo, en su carnicería,
don Lucho en el correo, siempre con un lápiz en la oreja;
la Sra. Albina, la costurera, con su risa estridente
continuará espantando los fantasmas del mal;
Nancho, el loco, camina en redondo
a grandes zancadas por la plaza.
Continúa la algarabía de los borrachos
en la cantina de don Baldomero
y los ladridos furiosos de los perros de Bauche Ortega
y el rechinar de una carreta lejana en la madrugada.
Y yo sigo en la misma escuela primaria
llena de goteras, con los vidrios rotos, los baños inmundos,
y el auxiliar don Isaías, manco de un brazo, me regala galletas
y dulce de membrillo que envía el gobierno.
Queda en mi boca el sabor apestoso
de la leche de la Alianza para el Progreso.
Seguiré enamorado en silencio de la Doris,
mi compañera de curso.
Cuando sea grande jamás escribiré poemas;
seré un marinero apátrida, sin memoria.
Cuando la lluvia escampe, el arco iris
abrirá sus alas como un inmóvil pájaro de ausencia.
de "Cauquil"
Sergio Mansilla (Chile, 1956)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Tu comentario será leído y publicado pronto.