Tríptico
de la Anunciación, ala
izquierda (1427 - 1432).
Robert
Campin (Países Bajos,
1375/79 – 1444/45).
Óleo sobre panel
Museo Metropolitano Arte
de Nueva York (MoMA), Estados Unidos.
“Aquí yace ‘Juan, el carpintero’; vivió setenta y tres años sobre la
tierra, pobremente, vio grandes a sus nietos menores y amó, amó, amó su oficio
con la honorabilidad del hombre decente, odió al capitalista imbécil y al peón
canalla, vil o utilitario; -juzgaba a los demás según el espíritu-.
Las sencillas gentes
honestas del pueblo veíanle al atardecer explicando a sus hijos el valor
funeral de las cosas del mundo; anochecido ya, cantaba ingenuamente junto a la
tumba del rorro, -un olor a virutas de álamo o
quillay, maqui, litre, boldo y peumos geniales perfumaba el ambiente rústico de
la casa-, su mujer sonreía; no claudicó jamás, y así
fue su existencia, así fue su existencia.
Ejerció diariamente
el grande sacerdocio del trabajo desde el alba, pues quiso ser humilde e
infantil, modesto en ambiciones; los domingos leía a Kant, Cervantes o Job;
hablaba poco y prefería las sanas legumbres del campo; vivió setenta y tres
años sobre la tierra, falleció en el patíbulo, POR REVOLUCIONARIO. R. I. P.”
de Los gemidos (1922)
de Los gemidos (1922)
Pablo de Rokha (Chile, 1895 – 1968).
Un fragmento precioso, lleno de una fuerza magnética y de unas imágenes tan plásticas y sensibles que se pueden notar con los sentidos. Gracias por compartirlo.
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