Pintura y poesía

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martes, 10 de enero de 2017

Anónimo. Bhagavad-Gita. 2: Samkhya yoga. (fragmento)

Krisna y Aryuna durante la batalla de Kurukshetra
Anónimo
Tapiz
Copia en un ejemplar del Majábharata (siglo XVIII a XIX)
Galería de Arte asiático Smithsonian Freer Sackler Gallery, Washington D.C. Estados Unidos.

Arjuna dijo:
2:54. ¿Cuál es el indicio de la persona que tiene calmados sus pensamientos y que se ha establecido en el Samadhi, oh Keshava? ¿Cómo habla? ¿Cómo camina y se sienta?
El Señor Krishna dijo:
2:55. Cuando una persona ha renunciado a todos los deseos sensuales, oh Partha, y, habiendo penetrado profundamente en el Atman, ha encontrado allí la satisfacción, entonces se la denomina firme en la sabiduría.
2:56. Aquel cuya mente es tranquila en medio de las aflicciones, quien es imperturbable en medio de los placeres, el miedo y la ira, quien es firme en esto, se llama muni.
2:57. Quien no está apegado a nada terrenal, quien al encontrarse con algo agradable o desagradable, no se regocija ni lo detesta, se ha establecido en el conocimiento verdadero.
2:58. Cuando esta persona desprende sus indriyas de los objetos terrenales, como una tortuga que esconde sus patas y su cabeza, entonces ha logrado la comprensión verdadera.
2:59. Aquel que se puso en el camino del desapego se libera de los objetos de los sentidos, pero no del gusto por éstos. ¡Con todo, incluso el gusto por éstos desaparece en aquel que ha conocido lo Supremo!
2:60. ¡Oh, Kaunteya! Los indriyas agitados arrastran incluso la mente de una persona perspicaz que trata de controlarlos.
2:61. ¡Después de domar todos sus indriyas, que esta persona entre en armonía proponiéndose como la Meta Más Alta el alcanzarme a Mí! ¡Pues sólo aquel que sabe controlar sus indriyas posee la comprensión verdadera!
2:62. Si uno regresa mentalmente a los objetos terrenales, entonces inevitablemente se regenera el apego a éstos. Del apego nace el deseo de tenerlos, y de la imposibilidad de satisfacer tales deseos surge la ira.
2:63. La ira causa la deformación total de la percepción, y tal deformación causa la pérdida de la memoria*. La pérdida de la memoria causa la pérdida de la energía de la conciencia. Perdiendo la energía de la conciencia, uno se degrada.
2:64. ¡No obstante, quien ha dominado sus indriyas, rechazado las ansias y la aversión y se ha dedicado al Atman obtiene la pureza interior!
2:65. Al obtener esta pureza, se pone fin al sufrimiento y la conciencia se fortalece muy pronto.
2:66. No puede poseer una conciencia desarrollada aquel que es desordenado. No hay para tal persona ni felicidad ni paz. Y sin éstas ¿acaso será posible experimentar el éxtasis?
2:67. ¡La mente de aquel que cede ante la presión de sus pasiones es arrastrada como un barco por la tormenta!
2:68. ¡Por eso, oh poderosamente armado, aquel cuyos indriyas están completamente apartados de los objetos terrenales tiene la comprensión verdadera!
2:69. Lo que es una noche para todos, para un sabio es el tiempo de estar despierto y, por el contrario, cuando el resto está despierto, llega la noche para un muni perspicaz.
2:70. Si uno no se excita por los deseos sensuales, de la misma manera como el océano no se agita por los ríos que desembocan en él, entonces obtiene la calma. Por el contrario, quien trata de cumplir sus deseos no la alcanza.
2:71. ¡Sólo aquel que ha rechazado sus deseos hasta tal grado y camina adelante siendo libre de las pasiones, de la codicia y del ego obtiene la tranquilidad!
2:72. ¡Así es el estado del Brahman, oh Partha! Quien lo ha alcanzado no se equivoca. Y quien lo alcanza, aunque sea en su última hora, obtiene el Nirvana del Brahman.

Traducción al español por Anton Teplyy, Alfredo Salazar y Eduardo Muñoz.

Anónimo, India (data inexacta entre el siglo VI a. C y el siglo II d. C.)

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