Krisna y
Aryuna durante la batalla de Kurukshetra
Anónimo
Tapiz
Copia en un ejemplar del Majábharata (siglo
XVIII a XIX)
Galería de Arte asiático Smithsonian Freer
Sackler Gallery, Washington D.C. Estados Unidos.
Arjuna
dijo:
2:54. ¿Cuál es el
indicio de la persona que tiene calmados sus pensamientos y que se ha
establecido en el Samadhi, oh Keshava? ¿Cómo habla? ¿Cómo camina y se sienta?
El Señor Krishna dijo:
2:55. Cuando una
persona ha renunciado a todos los deseos sensuales, oh Partha, y, habiendo
penetrado profundamente en el Atman, ha encontrado allí la satisfacción,
entonces se la denomina firme
en la sabiduría.
2:56. Aquel cuya mente
es tranquila en medio de las aflicciones, quien es imperturbable en medio de
los placeres, el miedo y la ira, quien es firme en esto, se llama muni.
2:57. Quien no está
apegado a nada terrenal, quien al encontrarse con algo agradable o
desagradable, no se regocija ni lo detesta, se ha establecido en el
conocimiento verdadero.
2:58. Cuando esta
persona desprende sus indriyas de los objetos terrenales, como una
tortuga que esconde sus patas y su cabeza, entonces ha logrado la comprensión
verdadera.
2:59. Aquel que se puso
en el camino del desapego se libera de los objetos de los sentidos, pero no del
gusto por éstos. ¡Con todo, incluso el gusto por éstos desaparece en aquel que
ha conocido lo Supremo!
2:60. ¡Oh, Kaunteya!
Los indriyas agitados arrastran incluso la mente de una persona perspicaz que
trata de controlarlos.
2:61. ¡Después de domar
todos sus indriyas, que esta persona entre en armonía proponiéndose como la
Meta Más Alta el alcanzarme a Mí! ¡Pues sólo aquel que sabe controlar sus
indriyas posee la comprensión verdadera!
2:62. Si uno regresa
mentalmente a los objetos terrenales, entonces inevitablemente se regenera el apego
a éstos. Del apego nace el deseo de tenerlos, y de la imposibilidad de
satisfacer tales deseos surge la ira.
2:63. La ira causa la
deformación total de la percepción, y tal deformación causa la pérdida de la
memoria*.
La pérdida de la memoria causa la pérdida de la energía de la conciencia.
Perdiendo la energía de la conciencia, uno se degrada.
2:64. ¡No obstante,
quien ha dominado sus indriyas, rechazado las ansias y la aversión y se ha
dedicado al Atman obtiene la pureza interior!
2:65. Al obtener esta
pureza, se pone fin al sufrimiento y la conciencia se fortalece muy pronto.
2:66. No puede poseer
una conciencia desarrollada aquel que es desordenado. No hay para tal persona
ni felicidad ni paz. Y sin éstas ¿acaso será posible experimentar el éxtasis?
2:67. ¡La mente de
aquel que cede ante la presión de sus pasiones es arrastrada como un barco por
la tormenta!
2:68. ¡Por eso, oh
poderosamente armado, aquel cuyos indriyas están completamente apartados de los
objetos terrenales tiene la comprensión verdadera!
2:69. Lo que es una
noche para todos, para un sabio es el tiempo de estar despierto y, por el
contrario, cuando el resto está despierto, llega la noche para un muni
perspicaz.
2:70. Si uno no se
excita por los deseos sensuales, de la misma manera como el océano no se agita
por los ríos que desembocan en él, entonces obtiene la calma. Por el contrario,
quien trata de cumplir sus deseos no la alcanza.
2:71. ¡Sólo aquel que
ha rechazado sus deseos hasta tal grado y camina adelante siendo libre de las
pasiones, de la codicia y del ego obtiene la tranquilidad!
2:72. ¡Así es el estado
del Brahman, oh Partha! Quien lo ha alcanzado no se equivoca. Y quien lo
alcanza, aunque sea en su última hora, obtiene el Nirvana del Brahman.
Traducción al español
por Anton Teplyy, Alfredo Salazar y Eduardo Muñoz.
Anónimo, India (data inexacta entre el siglo VI a. C y el siglo II d. C.)
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